Mapa

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9 Febrer

ENTREVISTA A ELÍAS LEÓN SIMINIANI
-¿Hay relación generacional entre los nuevos directores españoles que hacen cine de otra forma y los nuevos críticos y espectadores que lo reciben de otra manera?
- La hay porque responde a un impulso creativo que tiene que ver con lo que está pasando, con la crisis, con el tema de la financiación y con el de cómo se pueden hacer películas así cuando lo están desmantelando todo. Ese impulso también tiene que ver con cómo producirlas, cómo distribuirlas y cómo comunicarlas al público por parte de la crítica. Es fundamental porque no se puede pretender hacer un cine distinto (o una forma distinta de hacer cine, que casi es lo mismo) sin que haya una forma distinta de interpretarlo. Tiene que haber una especie de pique creativo positivo. “Yo te lanzo esto que es distinto. Ahora tú háblame de manera distinta sobre ello”.
- La crítica que acompañará a esta entrevista no podrá ser convencional porque en tu película hay pocas convenciones. ¿Es justo por mi parte, no?
- Sí. Yo trato de proponer algo que es fruto de muchas cosas, de muchos años de investigación, de intentar hacer un cine casi sin intermediarios, casi sin financiación. Fruto de muchas cosas. No es una película española al uso, sería raro analizarla como tal sin valorar su marco.
- Hace poco hemos hecho un especial de cine low cost donde intentamos desentrañar eso hablando de Diamond Flash, Summertime, Otro verano
- Eso es dentro del terreno de la ficción, pero dentro del terreno de la no ficción también hay muchas cosas: Andrés Duque, Victor Iriarte, Virginia García del Pino, Isaki Lacuesta, Lluis Escartín… Mucha gente que demuestran que, desde luego, algo está pasando.
- ¿De los escombros de la “industria” brotan los nuevos talentos?
- Puede ser, pero yo soy muy integrador, vengo de la industria, no me considero un francotirador, simplemente busqué y encontré un espacio donde sentirme más cómodo. Creo que hay mucho cine dentro de la industria que se está haciendo muy bien. Por ejemplo, Blancanieves o Grupo 7 o muchas propuestas genéricas. Eso es positivo porque hay mucho mito falso alrededor del cine español. ¿Qué tienen que ver Cobeaga, Vigalondo o Sánchez Arévalo con la guerra civil? Nada. Y tampoco pasaría nada si hicieran películas sobre la guerra civil. Hay que tumbar todos los prejuicios basados en la comodidad. En gente que simplemente no quiere ver cine español y se agarran a excusas y clavos ardiendo.
- ¿En qué afectan las nuevas políticas a ese cine español?
- Creo que ahora solo hará cine el que tenga posibilidad de hacer negocio o el que tengo una vocación tan brutal que lo haga como sea. Mapa está hecha porque la he hecho yo casi entera. Con mi cámara, montada con mi ordenador, en mi casa, en mi habitación.
- ¿Es el low cost el futuro?
- El low cost no es una moda, es un modo. Un modo de trabajar. A todos nos gustaría hacer pelis con muchas grúas, pero ahora mismo es lo que hay. Puede servir como etiqueta pero realmente en muchos casos es la única forma de hacerlo posible. Lo que nos vincula a todos es la pasión por hacer cine y hacerlo. Hace unos años querías hacer una película y te preguntaban quién te produce y cuánta pasta tienes. Esas preguntas ya no tienen sentido.
- Adentrándonos un poco ya en Mapa, ¿Te daba miedo que lo que te funcionaba perfectamente en piezas cortas se diluyera un poco en largo? ¿Miedo? ¿Respeto? ¿Abismo? ¿Curiosidad?
- Sí. Una mezcla de todo. Era la pregunta que todos me hacían. Que si sería capaz de sostener durante 90 minutos lo que había conseguido en formatos cortos. Yo también me lo preguntaba y eso se convirtió en una de las dos grandes razones por la que he tardado 4 años y medio en terminarla. La primera era saber de qué iba la película y la segunda lograr sostenerla de esa manera. Yo no estoy inventando nada. Hay muchas películas en la historia del cine que tienen este tipo de narración, pero yo no lo había hecho nunca. Por eso lo fui testeando con mucha gente constantemente y lo que quería testear era sobre todo si funcionaba. Los cortos eran mecanos que yo sabía encajar desde su gestación, el largometraje fue mucho más libre y yo tuve que encontrarlo, domarlo, entenderlo y controlarlo. Tarde en conseguir todo eso porque entre otras cosas el tema de la película residía justamente ahí: empieza con un tipo que quiere controlar lo que cuenta y acaba estando a merced de lo que le pasa.
- ¿Imita la vida al mal cine? ¿Tiene la vida un guion de escuela de guion, con sus puntos de inflexión y demás? ¿Hasta qué punto se puede guionizar un diario personal?
- En un principio mi peli iba a transcurrir solo en India. Voy, me vuelvo y vuelvo a ir con Luna (la chica de la que se enamora Elías en la película). Pero ella me dejó en España antes de regresar a la India y toda la película se me viene abajo. El giro de 180º es que decido dejar que esta circunstancia inesperada también esté en la película. La vida marca los puntos de inflexión del guion pero esa decisión que tomo convierte la vida en un relato y la película desarrolla dos tramas paralelas que acaban confluyendo: un tipo que tiene que terminar una película y un tipo que tiene que superar una ruptura. Para que las dos se unan es donde utilizo los mecanismos de ficción, los mecanismos del relato, los mecanismos del cine de puesta en escena.
Manuel Ortega ( HYPERLINK "http://www.miradas.net/2013/01/actualidad/entrevista-a-elias-leon-siminiani.html"http://www.miradas.net/2013/01/actualidad/entrevista-a-elias-leon-siminiani.html)

MÉS ENLLÀ DEL DOCUMENTAL
Joaquim Jordà afirmava fa uns anys que ell estava rodant documentals perquè podia sentir-se infinitament més lliure que treballant segons els dictàmens que regeixen la ficció en aquest país. Determinats sistemes de producció encarien els productes i frenaven les possibilitats creatives. Al fer aquesta afirmació reconeixia que allò que el motivava era el desig de ficció i que el documental és un instrument possibilista. El primer llargmetratge d'Elías Leon Seminiani es titula Mapa i està nominat al Goya al millor documental. Si no tingués l’etiqueta de documental, la pel·lícula podria ser però una mena de replica d’aquelles pel·lícules que Fernando Trueba o Fernando Colomo rodaven al començaments dels anys vuitanta com Opera prima o ¿Qué hace una chica como tu en un sitio como este? De fet la proposta seria el resultat d’una trobada impossible, a començaments dels anys vuitanta, entre Chris Marker i Woody Allen, quan el primer rodava Sans Soleil i el segon Manhattan. L’etiqueta de documental, però, predisposa a trobar-nos amb una altra cosa. Fa que els espectadors ens creguem que allò que domina és el discurs sobre la realitat, una posició autobiogràfica i una voluntat de descriure uns fets que no formen part dels possibles, sinó d’una hipotètica veritat. Mapa és, però, una pel.lícula vocacionalment mentidera perquè allò que la motiva no és més que el desig de fabular.
Totes les convencions que solen marcar les fronteres entre ficció, documental, cinema assaig o cinema d’avantguarda s’estavellen davant de les imatges de Mapa, perquè el gran mèrit d’aquesta intel·ligent òpera prima és que desafia totes les convencions per convertir-se en una mena de diari filmat en què el jo autobiogràfic no para de projectar-se cap un món que funciona segons els desigs del seu protagonista. L’estructura de Mapa és molt simple. Un antic treballador de televisió es queda sense feina i trenca amb la seva nòvia. Cansat de la seva vida quotidiana a Madrid decideix anar-se a l’Índia. Allà probablement trobarà un amor fortuït producte d’una trobada casual. Després de passejar per l'Índià se n’adona que la cosa no li funcionarà i decideix tornar a casa, retrobar un altre antic amor i continuar filmant les anades i vingudes del seu desig. Leon Seminiani roda tot això sense actors, amb l’omnipresència de la seva veu en off i la presència d’algunes persones reals que reinterpreten allò que ell vol que siguin en la seva vida. Tot plegat acaba resultant una comèdia àgil que no fa més que donar voltes sobre l’etern tema de com l’imaginari pot arribar a configurar una idea de l’amor que no para d’estavellar-se contra els moviments de la vida.
La gran paradoxa de l’operació duta a terme amb Mapa és que darrera el desig de trencar fronteres i de buscar un altre camí que desafiï la hibridació, s’hi amaga un desig de reconfiguració dels models de cinema. Davant d’un model oficial que no para de recordar-nos que els grans negocis passen per parafarnàlies grandiloqüents parlades en anglès, Leon Seminiani ens retorna el plaer dels contes poc morals però també el desig d’una escriptura nova que trenca amb els paràmetres del cinema de la contemplació que semblava dominar el cinema més interessant. La seva aposta no es troba massa lluny de la de Javier Rebollo en quan a la utilització d’una paraula omnipresent, però en aquest cas la paraula no deixa de marcar la presència d’un jo caricaturesc que juga amb la creativitat, el muntatge i el ritme de la narració. El resultat final és una pel·lícula sorprenentment divertida, imaginativa i molt estimulant.
Àngel Quintana (Col·lectiu de Crítics de Cinema de Girona)


LA FITXA
Espanya, 2012. 85 minuts.
Direcció, Guió, Fotografia i Muntatge: León Siminiani. Producció: María Zamora i Stefan Schmitz. 
Intèrprets: León Siminiani, Ainhoa Ramírez.

PRÒXIMA PEL·LÍCULA
LA CAZA / Dinamarca, 2012
Thomas Vinterberg
Després d’un divorci difícil, Lucas, de quaranta anys, ha trobat una nova nóvia, un nou treball i es disposa a reconstruir la seua relació amb Marcus, el seu fill adolescent. Però alguna cosa comença a anar malament: un detall, un comentari innocent i una mentida insignificant que s’estén com un virus invisible sembrant l’estupor i la desconfiança en una xicoteta comunitat.




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