B

 20 Març 
ENTREVISTA A DAVID ILUNDAIN
Ruz-Bárcenas, de Jordi Casanovas y dirigida por Alberto San Juan, fue una obra concebida para una semana en una sala de apenas cien butacas que acabó girando por todo el país y permaneciendo más de un año en cartel. David Ilundáin (Pamplona, 1975) la eligió para convertirla en cine y firmar su primer largo. Levantada parcialmente con micromecenazgo y tras vencer algunos intentos de boicot durante su rodaje y su distribución (alguna conocida cadena de cines con salas en Madrid y Barcelona se ha negado a proyectarla), B, la película, llega hoy a las salas de una docena de ciudades españolas. El filme transcribe el explosivo interrogatorio del juez Pablo Ruz (interpretado por Manolo Solo) a Luis Bárcenas (Pedro Casablanc), el 15 de julio de 2013, cuando el ex tesorero del PP decidió tirar de la manta.

¿Qué lo animó a convertir la obra de Jordi Casanovas en película? 
Vi la obra Ruz-Bárcenas hace poco más de un año, poco antes del verano de 2014. Fui como espectador, con unos amigos, y nos dio para charlar mucho rato. Eso siempre es buena señal: cuando se enciende la luz del cine y ha pasado algo, da lo mismo que te haga correr a casa a darle un abrazo a tu hijo, o que no puedes dejar de hablar de la película, es que algo te ha movido. La dejé enfriar, pasó el verano, que no había funciones, y volví a verla, esa vez sólo. Y ya les dije que quería hablar con ellos. No los conocía de nada, salvo un poco a Pedro Casablanc, ya que conozco a su mujer, y me quedé después de la función. Les dije que yo creía que se podía hacer una película con esto, y les pregunté qué pensaban ellos. Habían llegado a un trabajo muy bueno y teníamos la oportunidad de hacerlo con una estructura bastante independiente, porque no suponía una gran producción, etcétera.
Le vinieron bien las obras en la Audiencia Nacional, que le permitían no tener que reproducir las salas de la Audiencia, sino las provisionales. 
Sí, la verdad. Por un lado necesitábamos reforzar el arco dramático de Bárcenas, que en la película es más protagonista que en la función, porque ya no son estrictamente sólo Ruz y él, están el resto, el fiscal y las acusaciones. Y claro, efectivamente, teníamos que ambientar el espacio, ya no era una tela negra, como en el teatro, sino que había que reproducir la Audiencia Nacional. La visitamos, nos documentamos todo lo que pudimos y nos interesaba mucho que los personajes cobraran toda la fuerza posible, reproducir en ellos la rutina burocrática y elegir un punto de vista que colocara al espectador como voyeur. Y ese fue el planteamiento general.
¿Cómo fue el proceso de conversión del guion a cine? 
Hablé mucho con Jordi (Casanovas), discutimos mucho sobre qué hacer, si salir de la sala o no hacerlo, y yo creo que dio en la clave cuando me dijo que era muy difícil hacer algo “a la altura” de lo que ya teníamos. Es tan fuerte, tan inverosímil, que si nos lo inventáramos nos acusarían de manipuladores. Entonces decidimos que estaba bien así, hicimos de la necesidad virtud, y adelante.
¿Los interrogatorios de la fiscalía y las acusaciones particulares también están tomados literalmente de las actas? 
Sí, sí, todo aparece escrito en las actas.
Habitualmente el teatro exige un registro de interpretación más expresivo. ¿Discutieron mucho sobre la actuación? 
Sobre todo, me di cuenta de que había muchos aciertos de los que yo me podía aprovechar. Alberto San Juan, director de la obra, había acertado plenamente en el reparto y lo dirigió muy bien. Y yo cogí el testigo. Lo primero fue usar a los mismos actores, porque buscar algo nuevo donde ya tienes algo tan bueno habría sido muy necio. Lo que sí hicimos fue buscar más información. Ellos habían preparado la obra de forma muy rápida.
Casanovas contaba que les pidieron a Casablanc y Manolo Solo que interpretaran a partir del texto, no de lo que conocieran de los personajes reales. 
Yo no conozco el proceso inicial porque, claro, no estaba, pero por lo que me contaron ellos, iba por ahí, centrarse en el texto y olvidarse de los personajes. Pero para mantener la línea de hiperrrealismo que exigía la película, yo sí decidí que, no sólo ellos dos, sino también el resto de personajes, conocieran bien a quién interpretaban y el contexto: qué estaba en juego, y cómo se podían relacionar entre ellos, considerando que no iban a dialogar, que sólo iban a participar en un interrogatorio. Todas esas miradas y algunas pequeñas conversaciones entre abogados, que no están grabadas, claro, son las mínimas licencias, pero están bastante documentadas a partir de la relación que había entre ellos, del calor que hacía ese día, etcétera. Y de esa sensación opresiva de que el foco del país estaba puesto en aquella sala. Esa fue mi mayor obsesión, que no cometiéramos fallos, porque si teníamos un compromiso con la realidad teníamos que ser muy rigurosos. Hicimos algunos ensayos, no demasiados porque sus agendas son horrorosas. Partíamos ya de un listón muy alto, y nos esforzamos por incorporar al resto a eso que ellos ya tenían muy rodado. Pero, bueno, hay como un 40% del texto que no estaba en la obra de teatro.
¿Cuánto tiempo de rodaje? 
Íbamos a rodar en dos semanas, pero luego bajamos a ocho días, y acabaron siendo seis porque primero hubo un problema presupuestario y luego hubo un problema inesperado: en mitad de la filmación, alguien debió pensar que era incómoda la historia, y nos cambiaron el permiso de rodaje. Primero nos dijeron que no podíamos seguir rodando, luego renegociamos y tuvimos que rodar un poco a escondidas.
¿Pero rodaron en el edificio de la Audiencia? 
No, no, pero era otro edificio oficial. Cuando ya estábamos allí alguien debió pensar que no molaba mucho que estuviéramos allí y tuvimos que reorganizarlo todo, pero pudimos acabar. Creo que el espectador no va a notar las dificultades que tuvimos y además no le importan. El espectador es dueño del resultado, nosotros nos quedamos con el proceso y sabemos lo que podíamos haber hecho un poco mejor o lo que nos queda en el tintero. Pero yo creo que todo lo que hemos hecho está ahí y estamos muy satisfechos.
Uno de los hechos más alarmantes del texto, de la confesión de Luis Bárcenas, es la absoluta falta de sofisticación del asunto. No hay un entramado de sociedades, ni ingeniería fiscal… transmite una tremenda sensación de impunidad. 
Ni siquiera una hoja de Excell. De hecho, hay un momento anecdótico en el que a Bárcenas le preguntan por unas sociedades y él responde que eso es una genialidad de Naseiro, y que al final tuvieron que pagar los impuestos en metálico, porque era una mierda de sistema. Es que nos persigue el fantasma de Berlanga y no hay manera de salir de ahí. El público se ríe, y hablamos de la transcripción de un interrogatorio en la Audiencia Nacional. Y se ríe por lo que tú dices, no tanto por el qué sino por el cómo. Bárcenas entra y domina la sala y trata de imponer sus ritmos al juez. Es la sensación, que me asaltó a mí en la función y que parece que se repite con los espectadores de la película, de haberte dormido tomando el sol y despertarte sin cartera, con una cicatriz en la espalda y con el riñón volando de Riad a Singapur.
De hecho, este Bárcenas que entra a desmentir lo que había dicho y contar toda la trama es un personaje ufano. 
Sí, claro. De hecho, desde el punto de vista de objetivos del personaje, lo hablé con Pedro Casablanc, lo que había que considerar era que había pasado 18 días en prisión, que su entorno había recibido amenazas del partido, que en los diez meses desde que salieron los papeles había habido sobre él una presión brutal del PP, que le pidieron que falsificara papeles, le quitaron las agendas, los ordenadores, lo fueron abandonando hasta que pensó: “se acabó, ya no os voy a defender a vosotros, me voy a defender a mí”. Y efectivamente, todo hay un despliegue, anunciando que lo va a contar todo, aunque luego no lo cuente todo, aunque luego calle lo que cree que tiene que callar. Pero la sensación, incluso la teatralización, es la de alguien que va a hacer saltar por los aires el país.
Con esta política que tenemos, ¿por qué cree que no se hace más cine político? 
Igual hace una semana te habría contestado de otra manera, hoy pienso distinto.
¿Qué ha pasado? 
Cuando te encuentras que determinadas salas que creías que iban a poner sin problemas la película te dicen que no la van a proyectar, empiezas a pensar que hay miedo. Es absurdo, no se entiende qué miedo puede haber a una película sobre algo que pasó hace dos años. Que fue muy grave, efectivamente, pero no pasó nada. Entonces, si no pasó nada, ¿por qué hay miedo a la película? Pues el caso es que lo hay. Tratando de contestar a eso, diría que no tiene sentido, que es un miedo infundado. Pero si lo hay es porque en este país el ministro de Hacienda utiliza el acceso privilegiado a datos para acusar con el dedo, y decir en el Parlamento que hay actores que no pagan impuestos. Y hoy son los actores y mañana, no sé qué. No es serio. Entiendo el miedo por ese lado, que pueda haber problemas si tocas a determinadas personas pero, al margen de eso, lo cierto es que tenemos mucho público ansioso de un cine así y en esta línea. Estamos viendo historias de este tipo inglesas, danesas, italianas…
Y francesas, que llevan varios años lanzando películas políticas. 
Channel Four acaba de hacer una película, para emitir en prime time, de un asunto que parece un rollo, pero he visto el tráiler y tiene una pinta buenísima: los pactos postelectorales de la última elección en el Reino Unido, con Gordon Brown, Cameron… Y nosotros no lo hacemos y es muy absurdo porque estamos viendo las películas que nos cuentan otros países, cuando aquí podíamos dar un máster universal sobre tramas políticas y corrupción.
Pedro Vallín (LA VANGUARDIA 18/09/2015)

“Esa afirmación no fue cierta, o sea que no la mantengo”. Así contestó Luis Bárcenas al juez Pablo Ruz cuando le recordó que había negado la contabilidad B del Partido Popular durante los años que fue gerente del partido, con Álvaro Lapuerta de tesorero y posteriormente siendo él mismo el tesorero. Así empieza uno de los mayores culebrones políticos de las últimas décadas. Un culebrón que se entremezcla con Gürtels, Púnicas, dinero en Suiza, pagos en negro por adjudicaciones de obra pública, campañas electorales dopadas, regalos y sobresueldos. Ante este abrumador magma de corrupción muchas veces es muy sencillo perderse, por eso una película como B. es a la vez una obra didáctica, histórica y una suerte de ¡Indignaos! en la gran pantalla.
B. La película nace de la obra de teatro Ruz-Bárcenas y se mantiene muy fiel a ella, que es lo mismo que decir que se mantiene muy fiel a la declaración original, pues en la práctica los diálogos son la transcripción literal de la declaración del ahora extesorero y exsenador del PP. Es por ello que la película tiene un corsé considerable: una sola localización, tiempo real, personajes reales todavía de actualidad y un diálogo sobre el que no se pueden hacer cambios de importancia. Sin embargo, lo que Bárcenas va admitiendo te involucra en la película a la vez que piensas que todo ese funcionamiento castizo delictivo de algunos partidos políticos duró hasta ayer mismo, si es que no sigue hoy.
Y conforme van saliendo los nombres, nos vamos haciendo a la idea: Mariano Rajoy, María Dolores Cospedal, Mayor Oreja, Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Federico Trillo, etc. Pero no solo hay corruptos, también hay, obviamente, corruptores, mayormente las grandes constructoras, pero me llamó la atención, pues no lo conocía, que Mercadona también pagaba en negro. La película sirve para conocer un poco sobre ellos también.
Es en los inevitables detalles que no conocemos donde la película resulta más sorprendente al espectador. Que se pagase en negro la defensa de Federico Trillo en el ignominioso caso del Yakolev-42 o que un abogado del PP propusiera a Bárcenas que salieran papeles falsos de la contabilidad B creados ad hoc para deslegitimar los verdaderos, fueron algunos de esos detalles que me sorprendieron e indignaron.
Pero para construir una película de estas características, no solo basta con unos hechos hirientes para el espectador, hace falta sobre todo una cosa, una gran actuación. Y en B la obtenemos de la mano de Pedro Casablanc interpretando a Luís, el cabrón. El actor sabe jugar con la seguridad y arrogancia de Bárcenas, a la vez que incorpora esa ira cuando habla de Cospedal o ese nerviosismo cuando dice no conocer quién es J.M.
Pero por muy buena que sea la actuación, y aunque la película es corta es difícil asistir a un diálogo ante un juez durante tanto tiempo. Por ello, David Ilundáin introduce algunos pequeños detalles que constituyen un alivio visual y mental para el espectador, como el tema del aire acondicionado para dar cierta sensación de asfixia, la interrupción para avisar sobre la filtración a los medios o los cuchicheos de los abogados presentes ante algunas de las frases del pop star Bárcenas.
En definitiva, es una película que da lo que promete, un trozo de nuestra historia que conviene recordar, y más ahora que se avecinan elecciones. Sin embargo, sus autolimitaciones también constituyen un techo a partir del cual la película no puede crecer más. Se queda en una película a la que le cuesta separarse del teatro.
Sin embargo, el final con imágenes de archivo de la ya famosa declaración de Rajoy el 1 de agosto de 2013 (“Me equivoqué. Lo lamento, pero fue así. Me equivoqué al dar la confianza a alguien que ahora sabemos que no la merecía” – aplausos) resulta todo un acierto, dejando al espectador (o cuanto menos a mí) una sensación de impunidad terrible. De hecho, una sensación de doble impunidad, pues como gallego todavía retumban en mis oídos las palabras de Rajoy para referirse al vertido del Prestige: “hilitos de plastilina en estiramiento vertical”.
En fin, consideren apoyar este film valiente, que surgió con el esfuerzo de mucha gente mediante crowdfunding y que es importante conocer, pese a que su propuesta es a la vez un atrevimiento y una limitación.



LA FITXA
Espanya, 2015. 78 minuts
Direcció: David Ilundain 
Guió: David Ilundain; adaptació de l'obra Ruz-Bárcenas de Jordi Casanovas
Fotografia: Ángel Amorós
Intèrprets: Pedro Casablanc (Luis Bárcenas), Manolo Solo (Pablo Ruz), Pedro Civera, Eduardo Recabarren, Patxi Freytez, Celia Castro, Enric Benavent.







LA SETMANA PRÒXIMA (SETMANA SANTA) NO HI HAURÀ SESSIÓ DEL CINE-CLUB

PRÒXIMA PEL·LÍCULA (3 D'ABRIL)

LOS CABALLOS DE DIOS / Marroc, 2012 / 113 minuts
Nabil Ayouch


Yachine té deu anys i viu amb la seua família a Sidi Moumen, un poblat de barraques de Casablanca. La seua mare fa el que pot per traure avant la família. Quan el seu germà Hamid ix de la presó s'ha convertit en un islamista radical i convenç Yachine i els seus amics perquè s'unisquen als seus ‘germans’. El líder espiritual del grup, l'imant Abou Zoubeir, s'encarrega de dirigir el perllongat entrenament físic i mental dels xics, abans d'anunciar-los que han sigut triats per a convertir-se en màrtirs. Interpretació lliure del context que va portar als atemptats terroristes que van tenir lloc el 16 de maig de 2003 a Casablanca.

L'Ovidi: El making of de la pel·lícula que mai es va fer



Ovidi Montllor, l'actor, cantant i poeta d'Alcoi, torna a fer-se visible gràcies al documental L'Ovidi: El making of de la pel·lícula que mai es va fer, escrit i dirigit pel valencià Vicent Tamarit. És cert que ací, a la Comunitat Valenciana, mai va tindre massa visibilitat. Inquietaven les seues maneres tranquil·les, el seu tarannà i la seua persistència en la lluita. I, per descomptat, no agradava en absolut el seu missatge provocador, implacable contra les injustícies, primer a la dictadura i més tard en una incipient democràcia obstinada a oblidar un passat que "ja no tocava" recordar.
El productor Carles Miralles, d'Aire de Cinema (Pego), portava molt de temps intentant fer una pel·lícula sobre la seua vida. En aquell moment va buscar el suport de Canal 9 sense aconseguir-lo i l'any 2013 troba finalment la col·laboració de la productora catalana Diagonal i el projecte es posa en marxa. "Carles em va telefonar i em va plantejar l'escriptura del guió. Havia decidit deixar el projecte de ficció i optava per un documental", explica Vicent Tamarit; "més tard Diagonal em va proposar també la direcció i la vaig acceptar encantat. El projecte ha comptat també amb la col·laboració de TV3 i algunes ajudes menudes de l'Ajuntament d'Alcoi, CulturArts, el Taller d'Audiovisual de la Universitat de València i l'Institut Català de les Empreses Audiovisuals", afegeix Tamarit.
El documental es va presentar a la gala inaugural de la Mostra Viva de l'estiu passat, acaba de passar-se per TV3 amb una magnífica audiència i ara seguirà el seu camí per televisions i es distribuirà per cinemes, associacions i cineclubs. El projecte ha tirat endavant a través d'un crowfunding, un sistema de finançament participatiu responsable de molts dels projectes realitzats en estos últims anys de crisi. "El més cridaner del crowfunding va ser la gran participació ciutadana, sobretot gent de les comarques valencianes" assenyala Tamarit, "més de set-centes persones i alguna associació van aportar diners i això vol dir que l’Ovidi està encara molt viu, i està viu perquè les lletres de les seues cançons estan hui en dia d'una actualitat rabiosa. Hi ha molta gent jove, fins i tot grups de rock fent versions les seues cançons", afegeix.
El guió del documental està estructurat com un making of d'una pel·lícula sobre Ovidi Montllor que mai arriba a fer-se. L'actor Eduard Fernández és l'encarregat de donar-li vida i Rosana Pastor fa el paper de directora. "La idea la vaig prendre d'una pel·lícula de Terry Gilliam, membre dels Monty Python, anomenada Lost in la Mancha, explica Tamarit, "Gilliam va haver d'afrontar mentre preparava una pel·lícula sobre Don Quixot a Las Bardenas (Navarra), una sèrie de desastres naturals tan extrems que no va poder acabar el projecte. Però, prenent-se les coses amb l'humor que el caracteritza, va decidir fer un documental sobre la pel·lícula que mai va fer. Li vaig explicar la idea a Carles Miralles, li va agradar i vam començar a treballar ", relata el director.
El documental compta també amb la participació d'amics i familiars de l'artista. Les declaracions a càmera es van enllaçant amb interessants converses al llarg dels gairebé noranta minuts de la pel·lícula, i la figura d'Ovidi va agafant més i més força a partir de les imatges i els records de les seues filles, Helena i Jana, i dels seus amics, entre d'altres, el pintor Toni Miró, els guitarristes Toti Soler i Toni Xuclà i l'actriu Marta Molins.
"L’Ovidi va ser abans actor que cantant, d'ací la seua singularitat a l'hora de cantar. La seua capacitat escènica i la seua dicció eren insuperables", puntualitza Tamarit, "però el seu salt a la cançó va ser gairebé accidental, es podria dir que espentat pels seus amics. Però per saber com va succeir el millor és vore el documental", suggereix el director.
Rigorós, emotiu i necessari documental que ens acosta a un gran actor, cantant i poeta valencià, injustament relegat a l'oblit. I mostra també a la persona culta, propera, divertida i compromesa que va ser Ovidi Montllor, prematurament desaparegut fa ja vint anys.
Antònia Montaner (EL PAÍS, 30/01/2016)

L’HOMENATGE QUE SE LI DEVIA A OVIDI MONTLLOR ARRIBA AL PORT DE DÉNIA
El dijous 14 de gener es presenta a Dénia L’Ovidi: el making off de la pel·lícula que mai es va fer, un documental ficcionat que retrata la vida d’Ovidi Montllor (actor, cantant, poeta) i, paral·lelament, les dificultats que sempre han ficat les institucions per contar la seva història. L’acte serà a Baleària Port (Jauja Events) a partir de les 20 hores.
La productora de Carles Miralles (Pego), Aire de Cinema, portava anys intentant fer realitat una pel·lícula sobre l’Ovidi. Al projecte, s’hi sumaren actors de la talla d’Eduard Fernández i Rosana Pastor, fins i tot es va aconseguir el suport a Catalunya (Televisió de Catalunya), però sempre condicionats a que València li donés suport al projecte. En diverses convocatòries es va presentar el projecte a l’IVAC, però sempre una veu es negava, Radiotelevisió Valenciana: mai entraria en una pel·lícula sobre Ovidi Montllor.
Tot i les negatives, i una vegada redefinit el projecte, la pel·lícula sobre un dels referents més importants de la cultura valenciana de les últimes dècades s’ha fet realitat  amb la forma d’un documental ficcionat en què es contarà, per un costat, la vida d’Ovidi des del punt de vista d’un actor (Eduard Fernández) que busca el seu personatge amb entrevistes a companys i familiars, i també imatges originals cedides per TVC i TVE.
Al costat, amb un fals making of, se seguiran les dificultats d’una productora (Rosana Pastor) i el seu equip per tractar d’aixecar el projecte, malgrat les negatives de la Televisió Valenciana. En la pel·lícula apareixen, entre altres, Toti Soler, Francesc Pi de la Serra, Antoni Miró, Raimon i altres persones importants de la vida l’Ovidi, incloent els seus familiars.
(www.lamarinaplaza.com, 7/01/2016)

























LA FITXA
Espanya, 2015. 92 minuts
Guió i Direcció: Vicent Tamarit
Idea Original: Carles Miralles
Director de Fotografia: Jose Vicente Viadel
Música: Toti Soler
Muntatge: Txiqui Montán
Productors Executius: Carles Miralles i Albert Sagalés
Intervenen: Eduard Fernández, Rosana Pastor, Neus Agulló, Francesc Bellmunt, Josep Maria Benet i Jornet, Francesc Betriu, Sofia Bofill, Lluís Miquel Campos, Toni Cruz, Juli Mira, Carles Miralles, Sento Masià, Toni Miró, Marta Molins, Helena Montllor, Javier Montllor, Jana Montllor, Quico Pi de la Serra, Raimon, Joan de Sagarra, Toti Soler, Neus Solsona, Jordi Tormo, Rafa Xambó, Toni Xuclà

PRÒXIMA PEL·LÍCULA
B / Espanya, 2015 / 78 minuts
David Illundain

El 15 de juliol de 2013, l'extresorer del Partit Popular, Luis Bárcenas, és traslladat des de la presó per a declarar a l'Audiència Nacional. Fins a aquest dia, havia negat tota relació amb els anomenats "papers de Bárcenas", però després de 18 dies a la presó ha decidit canviar la seua declaració. Esta pel·lícula recrea el que va passar en aqueixa sala aquell dia com si fora un relat de ficció, encara que tot el que s'hi narra és absolutament real.

A cambio de nada

 28 Febrer 
ENTREVISTA A DANIEL GUZMÁN
Simpático y vacilón, Daniel Guzmán (Madrid, 1973) hace honor a su barrio de Madrid, Aluche, con su propia persona así como con su primera película, A cambio de nada, gran triunfadora en el último Festival de Málaga y la sensación del momento en el cine español (dice Guzmán con guasa que "tan arriba no mola estar porque no tienes cobertura"). Con claros tintes autobiográficos, Guzmán construye un bello filme sobre la adolescencia y la amistad fijándose en la peripecia de un chaval (el debutante Miguel Herrán) que, angustiado por el divorcio de sus padres, se escapa de casa para topar con un señor mayor (Antonio Bachiller, también premiado en Málaga como actor secundario) un tanto turbio y una venerable anciana con tintes fantásticos a la que da vida la propia abuela del director. Un filme poético sobre una etapa de la vida en la que todo es posible sobre las dificultades y sobre todo las esperanzas de una edad clave.
Pregunta.- ¿Cómo se siente, tan premiado, después de once años tratando de hacer la película?
Respuesta.- Ha costado tantísimo levantarlo que este respaldo que se produce desde varios sectores (crítica, público, industria...) con todo lo que llevas a tus espaldas te deja descolocado. Después del éxito en Málaga es tal la ilusión que incluso puede bloquearte.
P.- ¿Cómo se aguanta el tipo tanto tiempo con el mismo proyecto?
R.- Hacer cine es una locura que se convierte en un objetivo vital. Hay un momento en el que no puedes dar marcha atrás, ni personal ni profesionalmente y lo que es un fracaso es no hacerlo, no conseguir mostrarlo. Esto es como una carrera de vallas y después de la caída lo único que podías hacer era volverte a levantar porque ya había demasiado invertido.
P.- ¿Y ha cambiado mucho desde entonces?
R.- En lo esencial, no. Ha ido modificándose y perfeccionándose porque está ese perfeccionismo insensato. Me ha costado mucho la financiación pero la historia siempre ha sido la misma. 
P.- ¿Cuánto hay de autobiográfico en el filme?
R.- Luismi (nombre del amigo del protagonista en el filme) es mi mejor amigo y la historia familiar tiene muchos puntos en común. El barrio también es el mismo y los decorados son reales para que tuviera esa veracidad absoluta y plena. En la primera película tienes que hablar de algo que te afecte las entrañas, no es un homenaje a mí mismo pero mis experiencias me están sirviendo para contar historias creíbles. Cuando pones tu vida al servicio de la película creo que el espectador lo agradece. Tenía muchas cosas pendientes conmigo mismo y mi vida, y compartir estas historias me sirve para entender, para poder avanzar algo en este mundo que nos rodea.
P.- En el filme hay una constante reflexión sobre el concepto de amistad.
R.- Es una historia de amistad y la amistad se basa en la lealtad, es lo que da sentido a mi vida. Hay esa expresión que se utiliza en la película, "tiene código", y todos soñamos con poder caminar junto a alguien. Todos deseamos ese mejor amigo indestructible. Aunque en ese viaje iniciático uno tiene decepciones y sorpresas gratas. La adolescencia es una época de descubrir y aprender.
P.- Hay un gran trabajo con el lenguaje. Son y hablan de una manera muy castiza.
R.- Solo a través de la concreción puedes contar historias universales. Las historias tienen que estar ancladas en un lugar concreto para que te las creas, cuando ves una película china o danesa aprendes mucho sobre su cultura y al mismo tiempo hay algo en esas historias que es universal. Todo se basa en la credibilidad y ese lenguaje de barrio es lo que da esa autenticidad.
P.- La juventud de los protagonistas marca profundamente la historia.
R.- La adolescencia es esa edad en la que no eres un niño ni tampoco eres un hombre, en la que buscas autonomía. Es un momento en el que te estás descubriendo a ti mismo, donde todo es posible y hay mucha libertad, por eso hay tanta gente que se queda anclada en ese momento y de ahí viene el complejo de Peter Pan. Es una etapa muy mágica de la vida, es todo muy radical, o estás muy feliz o estás muy jodido.
P.- ¿Cómo introduce esos elementos más surrealistas en una trama tan realista?
R.- Es raro porque hay humor y hay drama y hay algo de ese realismo mágico. Esos toques surrealistas son como reacciones a esa propia realidad. También es un film autoral y muy personal pero que quiere ser muy accesible, últimamente hay muchas etiquetas que separan al cine de autor del comercial, pero esta es una película muy personal sin etiquetas, puedes conectar o no conectar.
P.- Como actor que ha sido toda la vida, ¿qué tal ha sido trabajar con actores tan jóvenes?
R.- Es una relación muy satisfactoria y muy gratificante. Me sentía un poco como Pep Guardiola que, antes que entrenador, fue jugador y sabe que hay que tratar con respeto y cariño. Ese conocimiento de cómo me gusta ser tratado como actor ha sido mi guía. Sin actores no hay película, ya puedes tener un buen guion o una buena factura, pero lo fundamental son los actores. Hubo mucho tiempo de ensayos y al ser inexpertos tenías que entrar en su mundo, eso hace mucho más rica la historia. 
Juan Sardá (EL CULTURAL, 8/05/2015)


GUZMÁN O EL VERÍ D'ESTAR VIU
"Un xiquet no necessita escriure, és innocent. Un home escriu per a expulsar tot el verí que ha acumulat”, diu Henry Miller. Daniel Guzmán comparteix amb l'autor de Sexus el sabor agre de la culpa del passat. Li crema el que va ser perquè sap que de la justa comprensió de tot el que ha sigut depèn el que és. Si es llig a poc a poc, es pot arribar a entendre. Però sap que no n'hi ha prou amb el fet d'explicar la realitat. “Allò real, sense, més no existeix, no pot ser explicat perquè no hi ha res. Per a poder accedir a alguna cosa, es necessita que tinga sentit, i perquè alguna cosa s'entenga ha d'haver-hi un relat compartit. I aquest l'imposes tu des de la memòria dels fets”, explica a mig camí entre la lucidesa i l'aclaparament el propi Guzmán.
El testimoni de tanta reflexió torturada és A cambio de nada, la pel·lícula recentment premiada en el Festival de Màlaga amb els màxims honors. Per a ella ha sigut la Biznaga d'Or, el premi a la Millor Direcció i un esment obligat a l'actor per accident Antonio Batxiller. Explica el director que el projecte li ha portat deu anys; que l'ha viscut com una catarsi, com l'única forma d'arrancar de dins seu els dimonis i els verins. “Sent que he tornat a nàixer”.
I, en efecte, tot el que es veu en aquest enlluernador prodigi, presenta l'aspecte, la textura i, si es vol, fins i tot l'olor (i dolor) de l'autobiografia. Però no d'una qualsevol. No es tracta de tornar al passat per a compondre-hi una espècie de cerimònia heroica de la impostura: el que vam ser i el que hem arribat a ser. La idea no és tampoc construir un relat nostàlgic de l'última infància i la primera joventut. A l'inrevés, el que importa és la descripció pautada, trista, divertida i agra del primer dubte; un dubte que roman immutable com a testimoni del que som. No solament el director, sinó tothom. I així des de l'instant sempre confús de la seua aparició. Allí vam estar i ací, ens posem com ens posem, ens quedem. Sense nostàlgies, sense la ridícula cerimònia de la falsa emoció.
El que fa exemplar A cambio de nada no és l'heroisme del seu autor i la seua obstinació per despullar-se davant la càmera. El que importa no és la morbositat del que és accidental, per particular, sinó el soroll d'allò necessari, per universal. Resumint molt, i salvant els accidents, el seu relat és el de tots.
La pel·lícula explica la història d'un xaval, Darío, castigat pel carrer. Una mica d'ell recorda al Ricetto de Muchachos de la calle (“...més que algú que va a fer la comunió, semblava un dels remers del Tíber”, escriu Pasolini divertit i desolat alhora). La seua existència discorre en equilibri inestable embullada en un complex sistema de lleialtats. Allí estan Luismi, el seu amic i veí; ‘Caralimpia', l'amo del taller i la viva imatge del ‘superheroi' de barri, i, per damunt de tots, Antonia, una anciana castigada per l'oblit (la magnífica actriu és l'àvia nonagenària del director). I enfront d'aquest bastió inexpugnable de fidelitats, s'alça amenaçadora l'alteritat, la duresa, la realitat, el paisatge tèrbol de l'extraradi de qualsevol ciutat.
La pel·lícula no aspira més que a mesurar el buit entre una cosa i l'altra, entre la realitat i el desig. El dubte, dèiem, que comporta tota decisió. Es tracta de fotografiar l'instant precís en el qual la vacil·lació en el salt condueix necessàriament al buit. I a açò s'aplica, sense rubor i sense cap lirisme impostat, un director obstinat a retratar-se i retratar-nos, ja que cada fotograma que escup d'ell mateix acaba per ser el verí de tots nosaltres. I tot açò, amb total honestedat.
La cinta navega entre el dolor i l'eufòria amb la mateixa facilitat amb la qual alterna els registres de la comèdia i el drama. Deia Chaplin que “per a riure't de debò has de ser capaç d'agarrar el dolor i jugar amb ell”. I, en efecte, és en aquest terreny entre la tragèdia i l'absurd on Daniel Guzmán encerta a compondre, enteneu-me bé, la seua particular venjança. Ja no és temps d'innocències.
Luis Martínez (EL CULTURAL, 08/05/2015)





LA FITXA
Espanya, 2015. 93 miuts
Direcció i Guió: Daniel Guzmán
Fotografia: Josu Inchaustegui 
Productors: Daniel Guzmán, Miriam Ruiz Mateos, Iñigo Pérez-Tabernero i César Rodríguez 
Intèrprets: Miguel Herrán (Darío), Antonio Bachiller (Luismi), Antonia Guzmán (Antonia), Felipe García Vélez (Caralimpia), Luis Tosar (el pare), María Miguel (la mare), Miguel Rellán (el professor). 

PRÒXIMA PEL·LÍCULA
Amb la col·laboració de l'associació Matria amb motiu del Dia de la Dona Treballadora. Al final de la projecció hi haurà col·loqui

Gett: El divorcio de Viviane Amsalem / Israel, 2014 / 115 minuts
Ronit Elkabetz i Shlomi Elkabetz  

Viviane Amsalem, separada des de fa anys d'Elisha, el seu marit, vol aconseguir el divorci per a no convertir-se en una marginada social. A Israel, segons les lleis religioses, només el marit pot concedir el divorci. No obstant açò, Elisha, es nega a fer-ho. Viviane haurà de lluitar davant el Tribunal Rabínic per a aconseguir el que ella considera un dret. Així es veurà immersa en un procés de diversos anys en el qual la tragèdia competirà amb l'absurd i absolutament tot es posarà en qüestió.


Güeros

 21 Febrer 
Güero (adj. Méx. ): Dicho de una persona: Que tiene los cabellos rubios. (Diccionari de la RAE)

ENTREVISTA A ALONSO RUIZPALACIOS
– ¿Tu planteamiento inicial era el de hacer una roadmovie urbana?
Uno de los puntos de partida fue hacer una película que tratara sobre la ciudad de México, así como también se adentra en el contexto de los personajes que viven en la huelga. Quise también hacerle una carta de amor al D.F., por decirlo de alguna forma. Yo soy chilango, así les dicen a los defeños en México, nací y he vivido casi toda mi vida en el lugar y para mí es como una agradable adicción difícil de dejar. Y sí, es una experiencia muy común en la ciudad manejar en ella y dar una vuelta equivocada, terminando en un lado del que es muy difícil salir y que es como de repente encontrarte casi en otro país. Entonces, esta idea de identificar la ciudad de México como si fuese un país en sí mismo con diferentes zonas y fronteras, sí fue uno de los puntos de partida para la película.
– Dicen que el cine no nace en la filmación sino en la edición, ¿fue así con Güeros?
Existen quienes desde mucho antes de filmar saben a la perfección lo que quieren: la luz, el encuadre, el tiro, las tomas. Pero también hay quienes entendemos el proceso de hacer una película como algo similar a la escultura, donde poco a poco vas quitando los sobrantes a la piedra y se va descubriendo la verdadera forma de la cinta. Eso me pasó con Güeros, dejé la puerta abierta para que se dejara afectar por varios cambios a lo largo del proceso. Ya en la edición fue donde descubrimos la verdadera cara de lo que estábamos haciendo, pero no fue fácil, fue un proceso muy largo e incluso a medio camino tuve que cambiar de editor, pero ello sirvió mucho para encontrar otras formas de construir la película. 
– ¿Dejaste mucho material fuera?
Si, tuve que quitar muchas escenas, el primer corte duraba 3 horas. Fue doloroso cortar tanto, pero era necesario.
– Hay muchos momentos que parecen improvisados, ¿cómo jugó el azar en la película?
En todas las películas está presente el azar, la diferencia es que muchos lo ocultan, nosotros decidimos aceptar el caos y dejarlo salir. En mi experiencia haciendo teatro, mientras más tratas de negar los errores se hacen más evidentes, por eso me gustó dejar una ventana abierta al azar y a los accidentes. 
– La película se siente muy personal por momentos, ¿hay algún elemento autobiográfico?
Hay ciertas cosas, por ejemplo las crisis nerviosas del personaje de Sombra, en realidad me pasaban a mí. De hecho parte de mi terapia contra eso era ponerme a escribir la propia película. Hay mucho de mí en Sombra. Yo soy chilango pero mi familia es de Veracruz, de ahí que la película inicie en el puerto. 
– Uno de los elementos que más resalta en tu película es la maqueta de audio, ¿por qué era importante para ti dedicarle tal nivel de trabajo al audio?
Es muy común que el audio siempre se deje al final y no se le dé la importancia necesaria. Nosotros desde el guión teníamos muchas notas al margen sobre lo que queríamos que se escuchara en cada escena. Pasamos mucho tiempo en la sala de mezcla, horas y horas probando diferentes cosas, y es algo que va más allá de una necesidad técnica o un ornato, el audio te puede cambiar completamente el significado de la película, por eso era tan importante para mí dedicarle tanto tiempo y esfuerzo. 
– Empleas el blanco y negro. ¿Qué motivaciones tienes para hacerlo así y no usar el color?
Mira, primero fue una decisión intuitiva ante todo. Cuando la estaba escribiendo siempre la vi en blanco y negro, y primero no sabía bien porqué. Ya después tienes que investigar el porqué para decidir, sobre todo para tomar una decisión tan comercialmente suicida como es hacer blanco y negro hoy en día. Descubrí que el motivo real es que es una película sobre los contrastes, el político, el social, económico, incluso geográfico, de la ciudad de México, y el blanco y negro se presta de una manera especial para enfatizar el contraste.
Además, una de las cosas que me interesaba hacer con la película era destemporalizarla, o sea, que el marco histórico fuera incierto. Está basada en los eventos en una huelga que ocurrió en la Universidad Nacional (UNAM) en el ’99, es como uno de los movimientos estudiantiles más grandes y relevantes de la historia de México. El paro duró casi un año, once meses; eso fue como muy impactante, pero yo lo que quería era tomar esta huelga como punto de partida y no hacer un filme que tratara sobre la huelga en sí, sino que me interesaba más el marco social que el político. Lo que quería al hacerlo en blanco y negro es que me permitiera desubicar al público respecto a en qué año está ocurriendo la película. Pareciera que es una película histórica, pero también tiene elementos del presente, entonces ese juego de desubicar al espectador era algo que me atraía mucho y que era necesario para la película. También hay una razón personal estética, una predilección mía por el blanco y negro.
– Y por qué escogiste el formato 4/3?
– El formato 4/3 surgió con la preparación de la película más cerca de filmar. Yo tenía la idea de que la primera parte fuera 4/3 para enfatizar el encerramiento de estos chicos en su departamento. El departamento para mí era como una pecera en la que se ha dejado de limpiar el agua y se empieza a ensuciar y a crecer vida microscópica. Lo vemos en la primera parte de la película: cucarachas, hongos en los pies… En la segunda parte, originalmente, se iba a abrir el formato conforme ellos salían al exterior y emprendían esta búsqueda por Epigmenio Cruz, pero después nos pareció que era demasiado esquemático cambiar de formato así. Además, un día haciendo pruebas de cámara, el fotógrafo dejó puesto ese formato por error, lo vimos y funcionaba muy bien dentro del coche. Es un formato al que ya no estamos tan acostumbrados aunque ha habido películas recientes que han regresado a él. Realmente más que una cosa de moda es un formato muy lógico. Encuentras por qué antes se filmaba así, puedes ver al mismo tiempo el techo y el piso, es un formato que me resulta muy interesante. 
– Supongo que entonces escogiste la música con sumo cuidado.
Le di muchas vueltas y fue cambiando durante el proceso de hacer la película. Originalmente iba a ser música del 99 cuando pensábamos que íbamos a hacer una película de época, como la música que se oía en la huelga. Cuando decidimos quitarle la temporalidad nos quedamos sin soundtrack y el tema de la música se quedó en un punto incierto. Mi mujer le cantaba a mi hijo las canciones de Agustín Lara que es el compositor de la música que finalmente usamos en toda la película. Es un compositor clásico mexicano y sus canciones aparecen en el cine de la época de oro mexicano en los 50, 40… Son canciones muy nostálgicas y muy melancólicas y bonitas. Como mi mujer se las cantaba a nuestro hijo las tenía en la cabeza. Las llevé a la sala de edición y se produjo como una alquimia con la imagen. Sentimos que le daba un toque nostálgico que iba muy ad hoc con lo que habíamos filmado. Recordando que Agustín Lara es de Veracruz y que es allí donde empieza la película, de donde son Sombra y Tomás, pensamos que cuadraba muy bien. Había un vínculo invisible entre su música y su casa e infancia.
Las referencias a Bob Dylan, que parten de este músico que van a buscar porque se cuenta que hizo llorar a Bob Dylan, tienen que ver con esta nostalgia y con esta música de los 60 de protesta, algo que cargan estos chicos como un ideal, como algo que está ahí y que es un fantasma que llevan todo el tiempo en la película.
– Y esa conexión a ideales y protestas estudiantiles, la mezclas también con un cierto sentido del humor. ¿Para ti era importante esta dualidad evitando hacer algo extremadamente serio en el film?
Sí, sin duda ése era uno de los puntos de partida y de los dogmas míos y del coguionista Gibrán Portela, al escribir los dos. Nos gusta mucho la comedia e ironizar sobre cualquier cosa, y creo que alguno de los espectadores que la vio saliendo de la función me dijo que lo que le había entusiasmado de Güeros es que nada era sagrado, que todo era objeto de parodia, empezando por la película misma, por nosotros, por nuestro quehacer como cineastas. La comedia era muy importante que estuviera ahí todo el tiempo como una forma de sanación y de reírse de todo.
– La película llega con la polémica sobre el asunto de la UNAM, la huelga del 99, y cómo la retratas en la cinta. ¿no calculaste que estabas entrando en terreno minado al hablar de esos temas en la cinta?
Primero habría que aclarar que esto no es una película sobre la huelga de la UNAM, es un contexto, una circunstancia de la cinta. La película además no sucede en un tiempo determinado, la referencia es 1999 pero hay muchas claves en la trama que no dejan claro saber en qué año está sucediendo todo. El contexto de la huelga en la película era un mecanismo para retratar los temas que me interesaba abordar: los contrastes en el movimiento, la intolerancia, el racismo, pero también para resaltar las partes luminosas que yo vi en esa huelga, como son el espíritu de lucha, la organización, etc. Intuía, obviamente, que se generaría polémica. Conozco la huelga, mi hermana estuvo ahí, mis mejores amigos estuvieron en el movimiento y algunos más se lo tomaron como una larga vacación. Lo curioso es que he recibido críticas y opiniones de ambos lados, no sólo quienes se enojaron por lo que sale en la cinta sino gente que incluso me dice que fui muy benevolente con el movimiento. En todo caso, uno no hace películas para complacer a nadie, no me arrepiento por haber tratado ese tema pero sí me parece injusto estigmatizar a la película como "una película sobre la huelga".
– Hay una parte de la película que está relacionada con algo que te ocurrió personalmente con respecto a Peter Brook. ¿Nos lo puedes explicar?
Sí claro, un poco la búsqueda de los chicos por este icono o héroe que tienen en su cabeza, viene de dos lados: por uno tiene que ver con una historia del propio Bob Dylan cuando era joven, y es una de las historias que más me gustan de él, que está lleno de leyendas y de mitos en toda su biografía. La primera es que, cuando era muy joven, y tenía 18 o 19 años, parte de las razones por las que él se fue a Nueva York eran porque allí estaba un cantante de folk que se llama Woody Guthrie, que ahora es como uno de los tesoros nacionales norteamericanos. Él era un cantante de protesta y una especie de trovador del pueblo. Bob Dylan lo idolatraba y creció con su música, aprendiéndose todas sus canciones; pero leyó un día en un diario que Guthrie estaba agonizando de cirrosis en un hospital en Brooklyn, sin dinero, sin fans. Y entonces Dylan emprendió este viaje desde Minessota hasta Nueva York, que es un tramo bastante largo, en tren y en, como lo llaman ustedes en España, en auto-stop; y este viaje fue un poco lo que lo formó a Bob Dylan. Ya no regresó a su pueblo natal, o sea que se quedó en Nueva York y se convirtió en ‘Bob Dylan’. Entonces yo siempre quise hacer algo que tuviera que ver con este viaje en busca de un héroe, el cual es un proceso de auto descubrimiento y de maduración, y lo que importa no es el héroe sino quién lo vive y hace el viaje.
Yo tenía esta relación, no sé si de ídolo, pero sí de mucha admiración y de leer y conocer toda su obra y de seguirlo mucho a Peter Brook. Yo estudié teatro en Londres y él fue uno de los motivos por los que me metí a estudiarlo. En algún punto me fui hasta París para ver una de sus obras y posiblemente conocerlo y agradecerle, pero mi encuentro con él fue una decepción. Terminando la obra, que era Hamlet, me esperé afuera del teatro como dos horas bajo la lluvia. Todos mis amigos con los que hice ese viaje habían desertado. Sabiamente se fueron a tomar a algún bar y yo me quedé esperándolo, y por fin salió y me le acerqué y el encuentro fue muy poco ético y muy poco memorable. Todo el guión que yo tenía preparado se me olvidó en el momento en el que me encontré con él y me quedé en blanco. Yo solamente le dije “gracias”, y él se volteó y me miró raro. Quiso alejarse lo más pronto y me dijo: “Sí, gracias. Adiós” y se subió a su taxi y se largó. Entonces, siento que como que me di cuenta de que estos encuentros nunca son lo que uno sueña o espera, y se trata más de tu diálogo con la obra, que con la persona. Eso quise retratar en Güeros también.
– Llama la atención la apatía y el aburrimiento que sufren tus personajes. Viendo la película tenía la sensación de que era un retrato generacional donde Epigmenio Cruz no es más que una excusa para que hagan algo con sus vidas.
Epigmenio Cruz es lo que Hitchcock llama el McGuffin, es una excusa. Lo que importa no es lo que está al final del camino sino el camino. Yo quería que fuese así, una especie de quimera de oro para hacerlos viajar. Después sentí que era importante que tuviera relación con el padre de ellos. Hay un discurso sobre la ausencia de la paternidad, quería que tuviera que ver con algo que el padre les enseñó a estos chicos.
– Destilan cierto egoísmo. Me comentabas que el punto de partida de la película es la huelga, pero esto también es casi anecdótico para ellos, no les importa lo que se está demandando. Solo con capaces de salir del apartamento cuando ven la noticia de Epigmenio Cruz porque es algo que está relacionado con su infancia.
Es un reconocimiento a que cada quien tiene su lucha. No todas las luchas son universales. Para estos chicos la revolución que están buscando es otra: es la revolución de la mente. Están atorados en un limbo de apatía, de depresión y necesitaban encontrar su propia causa. Eso me gusta como principio, no siempre las cosas por las que vale la pena luchar son las grandes causas. A veces es lo que no está en los encabezados, las letras chiquitas, lo que está fuera del cuadro, en las orillas. A mí estas historias siempre me resultan interesantes y lo quería para mis personajes.
– La lista de premios que ha recibido la película es larguísima. ¿El éxito que ha tenido en festivales internacionales te lo esperabas?
No, la verdad es que todo ha sido pura sorpresa. En México se estrenó hace cuatro semanas y todavía está en cartelera dando batalla contra los titanes de Hollywood. Pero la película sigue dando batalla y recibiendo premios como el de la Mostra de Catalunya, que agradezco enormemente.
Elaboració a partir de tres entrevistes realitzades per José Luis García (www.cinestel.com), Henar Álvarez (laculpaesdelascript.com) i Alejandro Alemán (http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle21606.html)

LA FITXA
Mèxic, 2014. 107 minuts
Director: Alonso Ruizpalacios
Guió: Alonso Ruizpalacios i Gibrán Portela.
Fotografia: Damián García
Música: Tomás Barreiro
Intèrprets: Tenoch Huerta (Sombra), Leonardo Ortizgris (Santos), Sebastián Aguirre (Tomás), Ilse Salas (Ana)







PRÒXIMA PEL·LÍCULA
A CAMBIO DE NADA / Espanya, 2015 / 93 minuts
Daniel Guzmán

Darío, un xic de setze anys, gaudeix de la vida amb Luismi, el seu veí i amic de l'ànima. Després de la separació dels seus pares, Darío fuig de casa i comença a treballar al taller de Caralimpia, un vell delinqüent amb aires de triomfador, que li ensenya l'ofici. Darío coneix a més Antonia, una anciana que arreplega mobles abandonats amb el seu motocarrro. Al seu costat descobreix una altra forma de veure la vida. Luismi, Caralimpia i Antonia es converteixen en la seua nova família durant un estiu que els canviarà la vida.

Mostra de Curtmetratges - Sessió 4

31 Gener 


















MOSTRA DE CURTMETRATGES D'ANIMACIÓ
SESSIÓ 4
Lettres de femmes 
França, 2013. 11 minuts
Director: Augusto Zanovello
Sinopsi: Al front de la Primera Guerra Mundial, l'infermer Simon tracta amb cartes d'amor les ferides dels soldats. Les paraules de les estimades tenen el poder de guarir les lesions d'aquests combatents de paper.





Duku Spacemarines
França, 2012. 4 minuts
Directors: Nicolas Liautaud, Alice Suret-Canale, Hugo Paquin, Nicolas Dubois
Sinopsi: Divertit recorregut pels clixés del cinema d'acció de Hollywood, que barreja estils d'animació mentre ens porta des del cau d'un hacker xinés infiltrat en el sistema capitalista nord-americà fins a la fi del món.






































Hollow Land
Dinamarca, 2013. 14 minuts
Directors: Uri Kranot, Michelle Kranot
Sinopsi: Berta i Solomon arriben a una terra que promet ser un respir en la seua llarga cerca. Però potser no siga la seua terra utòpica, sinó un altre lloc de pas en el seu etern viatge a la recerca d'una llar.








































Tram
França, 2012. 8 minuts
Directora: Michaela Pavlatova
Sinopsi: Les pulsions i fantasmes d'una conductora de tramvia transformen la realitat en un deliri surrealista i fàl·lic.





















El ruido del mundo
Espanya, 2013. 13 minuts
Director: Coke Riobóo
Sinopsi: Héctor, un compositor, pateix un estrany mal en la seua oïda: és capaç d'escoltar tots els sorolls del món simultàniament. A través de la música intentarà trobar un remei per a la seua malaltia.


















Man On the Chair
Corea del Sud, 2014. 7 minuts
Director: Dahee Jeong
Sinopsi: L'home de la cadira està turmentat i constantment es qüestiona la seua pròpia existència. "No seré un dibuix traçat per una altra persona?"



























Clouds
Índia, 2013. 5 minuts
Directors: Nikita Deshpande, Stéphanie Birat
Sinopsi: Explica'm, d'on vénen els núvols? Esta innocent pregunta ens descobreix la història d'un cranc perdut en un món ple de personatges estranys.










Boles
Eslovènia, 2013. 12 minuts
Directora: Špela Čadež
Sinopsi: Filip viu en un barri pobre i somnia amb la glòria literària i una existència luxosa en una part més pròspera de la ciutat. Un dia, algú crida a la seua porta. La seua veïna Tereza, una prostituta major que Filip i a la qual aquest intenta evitar per tots els mitjans, li demana que li redacte una carta per al seu nuvi.











Babioles: Self Service
França, 2012. 2 minuts
Director: Mathieu Auvray
Sinopsi: Els Babioles s'endinsen en un supermercat a la recerca d'afecte i atenció. En arribar a la cinta transportadora comença la diversió.















PRÒXIMA PEL·LÍCULA

CUANDO LAS GOTAS SE HACEN LLUVIA / Espanya, 2015 / 80 minuts
José Gayá – Colectivo Miradas

La pel·lícula s'estructura en tres actes i presenta el procés de transformació sociopolítica de l'estat espanyol des de la fi de la dictadura franquista. El film, rodat a la Marina Alta, el barri de Gamonal, Vallecas, Sabadell i Andalusia, explora l'impacte que la crisi i les polítiques d'austeritat tenen sobre sis personatges senzills i diversos de la societat espanyola actual. Un documental sobre les respostes ciutadanes a la crisi del capitalisme i les polítiques de retallades .